Seul Contre Tous. La perturbación sin necesidad de explicites.
- Revista Afluente
- 3 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Este texto puede contener importantes spoilers.
Queridas y queridos lectores, antes que nada, quiero disculparme por la ausencia, pero los estrechos callejones de la vida en cuarentena me obligaron no solo a ausentarme de esta sección tan apreciada por su servidor, también, se pausó mi escritura recreativa. Lo lamento, pero ya estamos de vuelta para una nueva temporada de sus películas favoritas y también de las menos apreciadas.
Seul Contre Tous o “Solo contra todos”, por su traducción al castellano es una película que llegó por casualidad a mi vida. Es la recomendación de un primo, quien es un gran amigo. Fue entonces que, entre la conversación del tema sobre la representación del clasismo en los medios audiovisuales -les confieso que se detonó a través de un meme-, decidí no dejar pasar la oportunidad, para conocer lo que Gaspar Noé nos presentó en 1998.

Sería recomendable, saborear “Carne”, una precuela de cerca de cuarenta minutos, aunque, la obra que hoy nos encuentra puede disfrutarse sin necesidad de ésta. Retomando, Philippe Nahon interpreta a El Carnicero, un personaje que desnuda su mente ante la pantalla para entregarnos pensamientos de una vida perturbada y sumamente complicada en una Francia moderna.
Se trata de un hombre aparentemente pasivo, renovado, pero que tarde o temprano se revelará contra sí mismo para desatar su violencia. Hay dos características más fuertes que las olas de la noche en este filme. La primera, sin duda, son los diálogos, que penetran la realidad mostrándonos la habilidad humana para mantenerse sin censura en su mente, sin tapujos y fuera de la sociedad.
¿Quién no ha tenido conversaciones con su misma persona dentro de esta caja llamada cráneo? El único lugar donde no hay juicio alguno. Encontrar un reflejo personal, por lo menos en esa dinámica, no es para nada descabellado.
La segunda característica es la capacidad, tanto de Noé como de las y los actores que no lo hacen nada mal, de mostrar temas sumamente delicados para romper a la audiencia sin necesidad de “lo gráfico”. Quien mire las escenas a las que me refiero, agradecerá la falta de explicites, pues de por sí son shockeantes.
El director y escritor argentino hace su trabajo al advertir rumbo al final que, la cosa se pone más turbia, incluso, nos regala una curiosa cuenta regresiva antes de encontrarnos ante el festival que suponen los últimos minutos que, sin duda, mantendrá al filo del asiento a cualquiera que haya crecido en las sociedades actuales, llenas de moralidades transformables. Se fulmina con una sinergia de un guion profundo en todo sentido.
Sin árboles de moras de por medio, la moralidad es justamente uno de los eslabones que se tratan en Seul Contre Tous. ¿Qué es la moral?, ¿quién la impone?, ¿por qué las clases más bajas y marginadas deben atenderla, incluso cuando la felicidad de sus vidas enteras se pone en juego? Finalmente, ¿realmente es “malo” lo que se ha encasillado como tal a lo largo de la historia? El protagonista propone y en ocasiones se pregunta a sí mismo todo lo anterior, pero también, se lo deja de tarea a las y los espectadores en son de una reflexión sumamente cruda.
¿Hace falta recordar que no es una película fácil de soportar? Aún así, es una recomendación imperdible para conocer en los momentos de mayor fortaleza mental.
En memoria de Philippe Nahon (1938-2020).
-Bibliografía:
-Seul Contre Tous, Francia, Gaspar Noé, Les Cinemas de la zone, Canal+, Love Streams Productions, 1998.
-Seul_contre_tous [Imagen], Recuperado de: https://media.senscritique.com/media/000019591024/source_big/Seul_contre_tous.jpg
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