Personas que necesitan poesía
- Revista Afluente
- 8 jul 2021
- 2 Min. de lectura
“Todas íbamos a ser merma.”
Sara Uribe
La escritura está llena de prejuicios.
¿Quién escribe? ¿Qué se escribe? ¿Cuándo se escribe? ¿Cómo se escribe? ¿Quién ve lo que se escribe? Todas estas preguntas, tan aparentemente banales, son parte de una discusión mayor. La disparidad entre las oportunidades para poder escribir, la visibilidad, las opiniones que cuentan y las palabras que venden, contra la falta de tiempo y de recursos, las opiniones y las palabras que no venden ni parecen contar. Estos temas salen a la luz en Un montón de escritura para nada (2019) de Sara Uribe.
“Who needs poetry?” (p.16) es una de las primeras preguntas.
Los poemas por encargo, los poemas que tienen dueño, los poemas que pueden venderse, los poemas que deben ser cocinados a través de una receta por una enunciante que encuentra caducados los materiales y mira los pasos a seguir sintiéndose una impostora, son parte de este libro de poesía. La enunciante razona:
“Pero digamos que si yo me planto, cínica, en una cocina sin
sujeto lírico y recupero entonces las harinas vertidas;
si otra escritura los gorgojos, la de grumos y
residuos; otra que reescriba las harinas, donde si la
masa no se eleva qué.” (p. 21)
Y llega a un conocimiento de ella misma. Se sincera: No sabe cocinar. Y ni hablar de escribir. La enunciante es consciente de su entorno. De los otros escritores misóginos, privilegiados y poderosos con los que convive cualquier persona que quiera dedicarse a escribir. También sabe que la escritura y su acceso a ella contiene cierto elitismo. Que la escritura debe etiquetarse y arreglarse y venderse.
“Mejor será borrar el poema por completo.
Publicar no el poema sino su borradura.
Decir: aquí hubo un poema.
Neutro. Neutrísimo.” (p. 30)
La enunciante también habla de la falta de valor que algunas personas ven en su trabajo. Sin embargo, cuando ella propone publicar de forma gratuita, las editoriales parecen valorarlo de nuevo. Es aquí cuando propongo regresar a las preguntas. Si quien escribe es una mujer, y todos esperan que ella se haga lugar entre los poetas que han creado las recetas, intentando escribir mientras se le demerita y se le explota, produciendo algo a lo que pocas personas tienen acceso… ¿Para qué?
“Este poema, si quisiera escribir objetivamente, diría: el mundo está
de la chingada, ¿qué se puede hacer para remediarlo?
Este poema dejaría de escribir.” (p. 48, con una cita de Isabel Fraire)
Un montón de escritura para nada (2019) es una respuesta activa a esta cuestión. Este libro reconoce la importancia de las escrituras de mujeres. Está compuesto de las mismas. Escrituras que ayudan a la enunciante a entenderse y entender su entorno. Este libro de poesía juega con los prejuicios de la escritura y los utiliza para producir poesía resistente. Por los motivos antes mencionados y por las voces que no se han alcanzado a escribir, y sobre todo, a leer; respondo que todes necesitamos poesía cuando alguien pregunta si es necesaria. ¿Que para qué se escribe? Diría que para todo.

Referencias:
Uribe, Sara (2019) Un montón de escritura para nada. Ciudad de México, México: Dharma books + Publishing.
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