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Etnografía de los antropólogos



La etnografía ha sido considerada como la metodología característica de la antropología social, misma que se realiza a través del trabajo de campo, aunque debe aclararse que la antropología no es la única en realizar dicha actividad, si ha sido una de las disciplinas que más a dedicado esfuerzos en perfeccionar dicha metodología, llegando al punto donde existen diferentes enfoques sobre cómo realizarla y por ocasiones se le ha dado mayor importancia a la etnografía que al desarrollo de las teorías, pero ¿qué es una etnografía?



Etnografía de la otredad exótica

Etimológicamente la etnografía es la descripción de los pueblos, esta definición fue apropiada cuando la disciplina comenzó su desarrollo académico en el siglo XIX, los antropólogos viajaban a lugares que no habían tenido contacto con la cultura occidental. De esta manera, se acentuó la idea de estudiar la otredad; mediante la apariencia física, forma de pensar y hablar, los antropólogos principalmente de origen europeo consideraban a los pueblos a donde viajaban como: primitivos, tribales, exóticos, bárbaros o salvajes.


Así una generación de antropólogos comenzó a hacer trabajo de campo en lugares lejanos. El celebré y multicitado antropólogo polaco Bronislaw Malinowski realizó una estadía de trabajo de campo en las Islas Trobiand de cuatro años donde describió:

El Kula es un tipo de intercambio intertribal de gran envergadura; lo llevan a cabo comunidades que ocupan un amplio círculo de islas y constituyen un circuito cerrado de islas situadas al norte y al este del extremo oriental de Nueva Guinea. Dos tipos de artículos, y solamente dos, circulan sin cesar en sentidos contrarios a lo largo de esta ruta. En el sentido de las agujas del reloj se desplazan constantemente los artículos de un tipo: los largos collares de concha roja, llamados soulava. En el sentido contrario se desplazan los del otro tipo: los brazaletes de concha blanca, llamados mwali. Siguiendo su propia dirección en el circuito cerrado, cada uno de estos artículos se encuentra en el camino con los artículos de la otra clase y se intercambian unos por otros sin cesar. Todos los movimientos de los artículos kula, todos los detalles de las transacciones están regulados y determinados por un conjunto de normas y convenciones tradicionales, y algunos actos del Kula van acompañados de ceremonias mágicas rituales y públicas muy complicadas (Malinowski, 1986: 95).



Contemporáneamente a esta investigación el británico Evans-Pritchard se encontraba entografiando a los Nuer pueblo pastor de Sudán y posteriormente lo haría con el pueblo Azande específicamente sobre el tema de las creencias en la magia y la brujería.


También de origen inglés Radcliffe-Brown realizó durante dos años una estancia de campo en las Islas Andamán, posteriormente se trasladó a Australia con las culturas Kamilaroi (Gamilaraay) y Kurnai donde fue acusado como: “un hombre blanco” lo que impidió pudiera estar directamente en campo y por lo que su etnografía se basó en las genealogías de ambas culturas.


La etnografía sobre la cultura y personalidad

Del otro lado del mundo, específicamente en Estados Unidos de Norteamérica un grupo de antropólogos se interesaron por lo estudios entre las culturas no occidentales y la conformación de la personalidad, por este motivo se realizaron etnografías para describir los valores específicos que las culturas ponían en la formación de nuevos sujetos sociales.


La referente antropóloga Margaret Mead describe sobre la vida de las niñas y la conformación de grupos sociales en Samoa lo siguiente:

Las niñas se vinculan muy poco con sus coetáneas hasta que tienen por lo menos seis o siete años de edad. Las niñas empiezan precisamente a avergonzarse en presencia de hermanos mayores y comienza a ponerse en vigor la prohibición de que una niña se incorpore a un grupo de varones. El hecho de que los muchachitos tengan menos obligaciones y puedan disponer de una zona más vasta para la búsqueda de aventuras, mientras las chicas tienen que llevar consigo sus pesadas y pequeñas cargas, crea también una diferencia entre los sexos (Mead, 1979: 88).


La etnografía urbana

La figura de la otredad lejana pronto fue criticada, ya que al mismo tiempo se tenían intereses políticos y coloniales sobre las culturas que se estaban investigando. Fue entonces que la etnografía dio un giro, por lo que se comenzaron a generar descripciones sobre zonas urbanas donde se intentaba captar como vivían las personas de los barrios, clases subalternas, la migración de lo rural a lo urbano y las condiciones de pobreza económica.


El antropólogo Philippe Bourgois realizó una etnografía en primera persona sobre la venta de crack en el barrio de East Harlem en New York:

Me metí en el crack en contra de mi voluntad. Cuando llegué a East Harlem, El Barrio, en la primavera de 1985, me interesaba examinar la economía política de la cultura callejera en la inner city. Pensaba que el mundo de las drogas sería solamente uno de los muchos temas que exploraría. Mi intención original era indagar la totalidad de la economía subterránea (no sujeta a impuestos), desde la reparación de autos y el cuidado de niños hasta las apuestas ilegales y el tráfico de drogas. Antes de conocer el vecindario nunca había escuchado hablar del crack. Al concluir mi primer año, sin embargo, la mayoría de mis amigos, vecinos y conocidos habían sido absorbidos por el ciclón multimillonario del crack: lo vendían, lo fumaban, se desesperaban por él (Bourbois, 2015: 31).


Otros autores conocidos por las etnografías urbanas son: Oscar Lewis, Robert Park, Ernest Burgess y Néstor García.


Etnografía mexicana

El desarrollo de etnografías en nuestro país ha tenido una amplia trayectoria en pro de la construcción histórica de los pueblos originarios, estudios como los del Valle de Teotihuacán por Manuel Gamio, La población negra de México en Veracruz por Aguirre Beltrán; así como la biografía desarrollada sobre la vida tzotzil de Juan Pérez Jolote de Ricardo Pozas han formaron parte de la antropología denominada como indigenista.


Tiempo después de nueva cuenta se voltearon a ver las etnografías donde se describía la otredad marginada principalmente por los factores económicos de las ciudades. Antropología de la pobreza de Oscar Lewis describía la vida cotidiana de las familias: Gómez, Gutiérrez, Sánchez, Castro y Martínez principalmente a través de su intimidad.


Posteriormente Carmen Bueno ahora desarrollaría el texto Flor de andamio, donde se describen las relaciones y trayectorias de los trabajadores de la industria de la construcción urbana.


La etnografía mexicana ha continuado su rumbo por una parte con escritos sobre la identidad mexicana y describiendo la política, en el siguiente párrafo la antropóloga Alejandra Castañeda describe un relato sobre el clientelismo político en Cuajimalpa:

¿Cómo vas a resolver los problemas? Déjalos así porque si no para la próxima campaña no salen (a votar). El último año como que les avientas dos o tres carros de grava… como que ya los empiezas a apoyar; les das dos o tres bultos de cemento, unas cobijas y dos o tres despensas. Olvídate de que tres años estuvieron ahí abandonados (Luévano en Castañeda, 2018: 163).


La etnografía ¿densa?

Rumbo al final del siglo pasado, algunos antropólogos comenzaron a describir la construcción cultural de los significados de la vida diaria, con la intención de conocer la manera en que las personas interpretan la vida desde su pensamiento, las palabras que se usan y los comportamientos que realizan, nombrada por Geertz como descripción densa.


El mismo y controvertido antropólogo Clifford Geertz describe los valores que significan las apuestas de las riñas de gallos en Bali:

En primer lugar, hay dos clases de apuestas o toh (dinero puesto en disputa). Hay una única apuesta central entre las personas principales (toh ketengah) y una multitud de apuestas periféricas que se hacen alrededor del reñidero entre los miembros del público (toh kesasi). La parada de la primera es típicamente elevada; la del segundo tipo son bajas. La primera es colectiva y comprende coaliciones de apostadores reunidos alrededor del dueño del gallo; la segunda forma es individual, de hombre a hombre. La primera supone un arreglo deliberado, hecho silenciosa, casi furtivamente por los miembros de la coalición y el árbitro reunidos en el centro del reñidero como conspiradores; la segunda forma se desarrolla a gritos, con ofertas públicas y aceptaciones públicas lanzadas por excitadas gargantas (Geertz, 2006: 349).


Etnografía crítica, autoetnografías y futuro

De esta manera, hoy suena insuficiente decir que la etnografía sea la descripción de un lugar, hoy los antropólogos suman las etnografías multisituadas, la reconstrucción histórica de la crítica feminista, la virtualidad, los no lugares, etnografía en las aulas y hospitales, autoetnografías así como ser una metodología para criticar la distribución desigual de riquezas entre las sociedades capitalistas volviéndose un factor de pobreza.


¿Cuántos estilos de etnografía existen? Tantos como antropólogos se forman, no hay una manera de hacer etnografía que resulte ser una receta perfecta. Pero, lo que no debe perderse de vista es que trata de una metodología diseñada por humanos para tratar de comprender e interpretar a otros humanos, a partir de los valores que asignamos a las diversas formas en que se puede vivir, donde lo cotidiano se vuelve extraordinario.


La etnografía es una manera de hacer explícitos los valores de la cultura, permitiendo darle una interpretación por y entre humanos.



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