El fantasma del comunismo
- Revista Afluente
- 7 sept 2021
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Por Jorge Grana

Foto: Twitter.
“Cristianismo sí, comunismo no”, era la consigna del anticomunismo mexicano durante los años cincuenta. El viejo lema fue revivido por la ultraderecha del PAN con la presencia de Vox en el senado de la República para la firma de la Carta de Madrid en contra del avance del comunismo.
La ultraderecha es un viejo habitante del sistema político mexicano. En los años de la posrevolución se hizo presente de diferentes formas, desde los cristeros hasta la creación de organizaciones secretas como el Yunque.
Diferentes actores enarbolaron causas afines a la ultraderecha como el maestro de la juventud de América, José Vasconcelos, quien simpatizaba con el régimen de Hitler y lo defendía por medio de la revista Timón. Manuel Gómez Morín, uno de los siete sabios mexicanos y fundador del PAN, también defendía estas ideas desde la revista La Reacción.
Acción Nacional está inspirado en la Action Française, partido de corte ultranacionalista fundado por Charles Maurras a finales del siglo XIX. No es fortuito que algunos sectores del blanquiazul simpaticen con Vox, sus raíces se encuentran ligadas con la ultraderecha.
Julen Rementería, coordinador del PAN en el senado, firmó el documento en compañía de quince senadores de Acción Nacional y ante la presencia de Santiago Abascal, líder de VOX, quien aseguró en entrevista para Reforma que “López Obrador está más cerca de regímenes comunistas”.
El apellido Abascal, tanto en España como en México, está ligado a la derecha más rancia. Salvador Abascal fue fundador de la Unión Nacional Sinarquista. Carlos Abascal, hijo de Salvador, fue secretario de Trabajo con Vicente Fox y destacó por querer censurar Aura de Carlos Fuentes además de estar ligado al Yunque.

Foto: Twitter
La Carta de Madrid responde al avance de gobierno progresistas en Latinoamérica. La llegada al poder de actores como Pedro Castillo, Luis Arce y López Obrador ha despertado la reacción de la ultraderecha latina que ha sido desplazada de los espacios de poder. El documento apela al fantasma del comunismo, la defensa de la democracia y la propiedad privada; sin embargo, es una muestra de la organización internacional de la ultraderecha en búsqueda de recuperar los espacios perdidos en la región.
“En defensa de la libertad y la democracia en la Iberosfera”, así se titula la carta firmada por los panistas. Un título colonialista que vuelve a poner a España en un papel de vigilante de los procesos políticos de América Latina. Abascal da muestra de su pensamiento colonial al referirse a la región como Iberoamérica.
El régimen de Andrés Manuel López Obrador está muy lejos del comunismo o del socialismo; sólo posee algunos tintes de socialdemocracia. Desde la campaña del 2006, los adversarios de Obrador lo han acusado de comunista, chavista, castrista o cualquier otro apelativo de izquierda.
Por otro lado, la actitud de un sector de Acción Nacional es contraproducente para sus aspiraciones de convertirse en una alternativa para la ciudadanía. El PAN es una oposición sin rumbo, sin personajes que se conviertan en lideres visibles que la encabecen.
La falta de consolidación del régimen de Obrador puede traer como respuesta una ultraderecha reaccionaria que consiga simpatías entre la población. López Obrador anunció su decisión de retirarse de la política nacional cuando concluya su sexenio, el vacío que dejará puede ser ocupado por cualquier personaje, incluso por uno de la reacción.
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