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Posadas navideñas: Tradiciones que resisten a la pandemia

De Odarys Guzmán

Ponche de fruta caliente, tamales, aguinaldos, piñatas coloridas y villancicos son algunos elementos que caracterizan a las posadas navideñas. Una celebración mexicana que tiene lugar 9 días antes de Navidad del 16 al 24 de diciembre y que su realización remonta a la época de los primeros evangelizadores en la Nueva España.


Estas fiestas que se han expandido más allá de México a muchos países de América Latina, son celebraciones religiosas que recuerdan el peregrinaje realizado por María y José desde Nazaret a Belén para ver nacer al niño Jesús. Las posadas con su simbolismo católico, también integraron tradiciones indígenas, dando lugar a una diversidad de colores, sabores y olores que pueden reunir incluso a cientos de personas dentro de los hogares, en los barrios y calles de todo el país.


En estas épocas decembrinas las autoridades capitalinas han hecho un llamado a la población a no salir de sus casas y mucho menos realizar reuniones de más de 10 personas dado que todos los hospitales se encuentran saturados debido al repunte de contagios por Covid-19. Sin embargo, los mercados en la capital y en muchos otros estados han continuado con la elaboración y venta de las coloridas piñatas, adornos y los insumos necesarios para el ponche de fruta y los tamales.

No es un secreto que un sector gravemente afectado por la pandemia fueron los comerciantes, que en la última recta final del año siguen realizando las coloridas piñatas, incluso en formas muy creativas, como la famosa piñata en forma de coronavirus que se ha popularizado en las redes sociales. Y así como las piñatas, podemos mencionar otros elementos como las flores de nochebuena, luces navideñas y figuras que adornan los nacimientos de los hogares y que al mismo tiempo se han convertido en una fuente de ingreso para muchas familias.


Con 1.34 millones de casos confirmados y 119 mil muertes por covid hasta el día 23 de diciembre, muchas personas han decido cantar villancicos, romper piñatas y adornar su nacimiento, solamente en compañía de su familia nuclear, “Es difícil para nosotros no estar con mis abuelos en estas posadas como todos los años lo hacemos, mi mamá puso nacimiento y hará comida, también compró una piñata pequeña que romperé en compañía de mis hermanos en el patio de mi casa” comenta Jose Manuel vecino de Chalco, Estado de México que pese a la contingencia ha decido celebrar una posada en compañía de sus seres queridos más cercanos.


Frente a un panorama desalentador, donde los números de contagios van a la alta, y la necesidad del calor familiar se hace cada vez más intensa a causa del dolor debido a las diversas pérdidas que ha traído consigo la pandemia. La celebración de las posadas con nuestra familia nuclear dentro de los hogares, puede convertirse en un momento agradable en familia, pues no hay nada que un buen ponche caliente no pueda reconfortar.


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