El contrapeso de la balanza surge a partir de la convicción de compartir opiniones, reflexiones y pequeños textos a título personal, apegados a un criterio e interpretación de derecho. Generalmente relacionamos al derecho con el concepto de justicia.
De aquí parte el nombre de esta columna “El Contrapeso de la Balanza”, al hacer conmemoración a uno de los símbolos mundialmente conocidos del derecho, “La Diosa Themis”.
Ella se remonta a la época clásica, particularmente en la mitología griega, de donde proviene el significado de Temis, “Ley de la naturaleza, llamada también la dama de la justicia, personaje sumamente conocido y que tomo mayor relevancia en la época Romana, figura que se caracteriza por algunas peculiaridades o rasgos distintivos en su imagen.
El primero es una venda que cubre sus ojos, representando que la justicia debe de ser ciega, no debe de tener favoritismos y tiene que ser imparcial, todo juzgador que aplique la ley tiene que ser objetivo al aplicarla e interpretarla. La segunda peculiaridad es una espada tomada con la mano derecha y ejerciendo una presión en el piso, representando la fortalez con la cual se va a cumplir la resolución o decisión dictada por el juzgador. La tercera es la balanza, que mantiene elevada en su mano izquierda, representando el equilibrio entre equidad e igualdad, y es aquí, donde se puede realizar una pregunta:
¿Realmente se aplica la ley con un equilibrio entre equidad e igualdad?
Si bien sabemos que la equidad es darle a cada uno lo que merece o necesita de acuerdo a sus características y/o necesidades, entendemos que la igualdad es tratar a todos por igual y darles a todas las personas lo mismo. Pero en la ejecución es distinto, no se procura ayudar al desprotegido, pero tampoco se juzga a todos por igual, personas con beneficios reciben un trato preferencial y se les otorgan oportunidades que a otro se le niegan, simplemente por el contexto social en el que se encuentran.
En la actualidad el sistema de justicia y su aplicación en México, parecen estar destinados a desfavorecer a un cierto sector en la sociedad, un sector que, al no contar con los recursos económicos, sociales y culturales lo deja en un estado grave de indefensión, casos a diario suceden en nuestro país, donde lamentablemente mucha gente sufre de injusticias y atropellos, por que donde “lo que debería de ser justicia se convierte en una historia de terror.”
Corrupción, impunidad, mala fe y dolo, son algunos de los vicios que se presentan en nuestro día a día, que contribuyen más al desgajamiento de nuestro sistema, conductas que son propiciadas por muchos mexicanos desde tiempos remotos, mismas que han impactado de forma preocupante a todo el aparato legal en nuestro país.
Ejemplos hay muchos, desde buscar evadir una responsabilidad derivada del incumplimiento de alguna obligación mediante algún tipo de estímulo o dadiva a alguna institución o autoridad, la complicidad o el silencio al tener conocimiento de algún delito o injusticia, el aprovecharse de una situación donde se obtenga un beneficio sin importar si se perjudica a un tercero, o bien, buscar la manera de como obstaculizar, evadir o burlar alguna ley, norma o reglamento y así incumplir con nuestras obligaciones.
Tenemos una gran tarea, aun mayor para las personas que estemos involucradas en el campo del derecho mexicano, una gran responsabilidad de actuar correctamente, apegados a valores y principios que deberán ser base en todo nuestro camino.
Como sociedad, obligar a la rendición de cuentas de todos los involucrados, la aplicación justa por parte de las autoridades encargadas de la ejecución de nuestro derecho, pero, sobre todo, comenzar por generar un cambio en nuestro comportamiento, en nuestro actuar, desde conocer de nuestros derechos para poder exigir su cumplimiento y conocer también de nuestras obligaciones para cumplirlas cabalmente.
“El contrapeso de la balanza” somos nosotros, porque el derecho y la justicia no le pertenece a uno o a unos cuantos, nos pertenece a todos.
