Ante las elecciones más grandes de la historia, no saber por quién votar es francamente preocupante. Con nueve partidos políticos y dos coaliciones con partidos grandes, el no encontrar algún proyecto que nos haga sentir representadxs debería preocupar al sistema partidista mexicano. A esto se suma la guerra sucia que se ha vivido en estas campañas electorales.
Esta guerra ha estado llena de volantes sin sellos partidistas pero con obvio enfoque electoral, infografías que se hacen virales en redes sociales, encuestas ridículamente falsas y mensajes de whatsapp que mandan nuestrxs tíxs a los grupos de la familia.
Esta guerra sucia consiste en descalificar partidos, esparcir mentiras sobre coaliciones y alianzas que “le hacen el juego a morena” o a la oposición misma. Además, la coalición VaxMéxico ha monopolizado el discurso del voto útil, mintiendo y diciendo que ellos son la verdadera oposición. El voto útil es la opción para muchas personas que se oponen al proyecto de López Obrador, pero esta narrativa del PRI, PAN y el muy minimizado PRD tiene muchas contradicciones.
Votar por la Alianza no es útil. Nunca será útil votar por los responsables de las reformas de Peña Nieto, del Pacto por México, de la Estafa Maestra, de los responsables de la Guerra Contra el Narco y la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa. Esta alianza, responsable también de la peor generación de gobernadores, es la que hizo que López Obrador llegara hoy a la presidencia, representando el hartazgo de millones de mexicanxs. ¿Creen acaso estos partidos que nos falla la memoria?
Hoy, el presidente y su partido han desesperanzado a muchas de las personas que votaron por él, pero valdría la pena plantearse si la agenda de la Alianza es propositiva, y parece que no. Parece que no aprendieron nada después de 2018, porque las caras son las mismas y los proyectos no avanzan, sino que retroceden. Lo que propone VaXMéxico es bloquear en el Congreso. Nos piden votar por una Cámara de Diputados inoperable y con grupos parlamentarios sin iniciativas.
Afortunadamente para quienes votaremos este 6 de junio, el sistema político mexicano está hecho para que ningún voto sea inútil. A través del sistema de representación proporcional, la diversidad de causas y voces de nuestro país puede llegar a la Cámara de Diputados. Además, con la nueva Constitución de la Ciudad de México, las alcaldías cuentan con concejos que, de manera proporcional, representan los votos de todxs para el ejecutivo local.
En este sentido, los partidos pequeños representan una alternativa. A nivel local hay cada vez más, y a nivel federal han aparecido tres nuevos, además de Movimiento Ciudadano, que en esta elección decidió no ir en alianza con nadie. Los tres nuevos, Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México y el Partido Encuentro Solidario, son liderados por viejos actores de la política nacional: Elba Esther Gordillo “la Maestra”, el sindicalista y hoy senador por Morena Pedro Haces Barba y Hugo Eric Flores, quien fuera líder del ahora extinto Partido Encuentro Social, antiguo aliado de Morena.
Movimiento Ciudadano se ha posicionado como una tercera vía que, aunque imperfecta, busca ser una oposición al gobierno de López Obrador desde la centro-izquierda. A pesar de contar con algunas candidaturas bastante cuestionables, entre las que destaca la ex-gobernadora de Yucatán, Yvonne Ortega, dentro del partido han nacido iniciativas importantes a nivel local.
Ejemplo de esto son las Morras Chilangas en Coyoacán, que agrupa candidatas para diputaciones federales, locales y la alcaldía. Ellas presentan una forma de hacer política más comunitaria y cercana a la gente que abandera causas progresistas como la lucha por el Medio Ambiente, una visión antipunitiva de la justicia y la ampliación de los derechos para todas las personas, todo esto con una perspectiva de género.
Pero puede que nada de esto nos convenza y, aún así, es importante buscar el proyecto que más represente nuestros intereses. A pesar de que la democracia liberal ha demostrado no poder representar de manera efectiva las preocupaciones de la población, este es el modelo que se repetirá el 6 de junio. Sin dejar de luchar por nuevas formas de hacer política más comunitarias, locales y representativas, es importante que acudamos a la casilla en estas elecciones, especialmente porque es ahora cuando se define el Congreso por los próximos tres años.
Viri Ríos explica sus tres razones para no anular el voto este 2021. Las comparto, y añadiría una cuarta: el país necesita los suficientes cambios como para dejar de ser indiferentes. La política mexicana es desencantadora, pero aún así hay luces en candidaturas y proyectos de todos los partidos. Sumémonos a esos, aunque sea en las urnas, para tomar un mejor camino para el país. Este 6 de junio nos toca tomar una decisión difícil y salir a cambiar lo que no nos gusta y a darle continuidad a lo que nos representa.