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Las mujeres en la comunidad LGBT+

  • Revista Afluente
  • 12 jun 2021
  • 4 Min. de lectura

Ha llegado el mes de Junio, y con ello una de las celebraciones más polémica pero también más importante para nuestra sociedad: el orgullo LGBT+. De manera no oficial, el 28 de junio es el día donde se celebra el orgullo en conmemoración de los disturbios sucedidos en el pub Stonewall en 1969 en Estados Unidos, producto de una redada policíaca y un brutal abuso de autoridad en este establecimiento, conocido por la afluencia de personas con identidades y preferencias sexuales no heterosexuales. Gracias a la lucha de esta comunidad desde los años sesenta, el movimiento contra la discriminación y segregación ha llegado hasta nuestros días en incluso convertirse en “el mes del orgullo”.


Sin embargo, desde Letras Intrínsecas, queremos dar inicio a la sección tocando temas polémicos sobre este tema, desde una perspectiva femenina. Es por ello que este mes, daremos especial énfasis en los sectores femeninos del colectivo LGBT+ invisibilizados. Si bien el colectivo se ha diversificado, aquí principalmente nos interesan las mujeres lesbianas, mujeres bisexuales y mujeres transexuales.

Antes de problematizar, conviene recalcar que consideramos de igual manera importantes todos los sectores de la comunidad que también, en muchas ocasiones, se ven invisibilizados en el místico signo de “más” que concatena un número importante de letras, a saber: las personas intersexuales, pansexuales, asexuales, géneros fluidos, género binario y queer.


Muchas veces se escucha, en el marco de la celebración del orgullo, la sustitución de “LGBT+” por “gay”, lo cual puede traer consigo malentendidos. Como ya mencionamos anteriormente, la siglas LGBT+ no dan espacio para expresar la gran diversidad de personas que, en cuestión de identidad de genero, expresión de género y/o preferencia sexual, no siguen la regla heteronormativa.


Confundir “Orgullo LGBT+” con “Orgullo Gay” trae consigo una carga simbólica patriarcal, pues se sigue la pauta que los hombres homosexuales son más importantes, sin ni siquiera ser una mayoría numérica dentro del colectivo. Esto invisibiliza a las mujeres, en general, del colectivo respecto de su contraparte masculina. Encontramos así, que dentro de una comunidad transgresora se pueden seguir reproduciendo violencias que, desde sus raices, se sustentan en ordenes patriarcales binarios.

En el caso de las mujeres bisexuales, el aspecto es todavía más remarcado, puesto que la bisexualidad es, en sí misma, confundida por una indecisión de las personas en el momento de elegir a uno u otro sexo o género. Respecto a esto podemos decir que la bisexualidad es válida, y no puede haber, dentro del colectivo LGBT+ violencia o invisibilización contra otra disidencia sexual.


Por otro lado, la transexualidad es un proceso todavía más complejo, susceptible de violencias que las personas de este sector tienen que enfrentar tanto dentro como fuera del colectivo. Por ejemplo, las mujeres transexuales han encontrado asimismo en el colectivo feminista otro espacio de lucha y reivindicación, sin embargo, ya que el feministo actual se ha visto fragmentado por la diversidad de punto de vista, que impiden una verdadera unión, a las mujeres transexuales les ha tocado el peor lado de un sector radical del feminismo que niega toda su existencia.


El proceso de transición de un género o sexo a otro es un proceso totalmente subjetivo que vive cada persona transexual, que se habla desde la subjetividad. Sin embargo, como sociedad y como mujeres, corresponde respetar tal proceso y promover ambientes cómodos y de inclusión. A finales del mes desde Letras Intrínseca queremos conocer esos procesos y que nos cuenten ¿cómo viven su transexualidad?

Finalmente, ya tocado el tema respecto a la invisibilización de las mujeres en el colectivo LGBT+, toca ahora al tema de la heterosexualidad obligatoria que todas las mujeres viven en sus procesos de educación y socialización. Adrienne Rich, poeta, critica, intelectual feminista y activista lesbiana, definió a la heterosexualidad obligatoria como un ejercicio del poder masculino y opresión hacia las mujeres que interioriza en estas que las relaciones heteronormativas son lo único natural: “han convencido a las mujeres de que el matrimonio y la orientación sexual hacia los hombres son componentes inevitables de sus vidas, por más insatisfactorios u opresivos que resulten”.


Las mujeres, derivado del sistema patriarcal en que se crían y educan, tienen así entiendo qué son las relaciones sexo-afectivas, puesto que en el imaginario social nunca se muestran las relaciones lésbicas. Aunado a esto, el problema se hace menos evidente gracias a los productos de reproducción culturales como pueden ser películas infantiles, muñecas con que juegan en su infancia, juegos como “la familia”, que nunca muestran la posibilidad de relaciones no heteronormadas: las princesas siempre encuentran a su príncipe, las Barbies tienen un Kent, y la familia se conforma de una madre y un padre.

El 28 de junio se celebra el orgullo LGBT+, día en que se celebra la diversidad, de seres humanos, formas de expresarse, sentirse y amarse, sin embargo desde Letras Intrínsecas queremos que la celebración se extienda más allá, para así seguir discutiendo sobre el lugar de las mujeres y sus experiencias subjetivas. En el mes de junio seguiremos retomando la discusión, y les invitamos a interactuar con nosotros en nuestras redes sociales respecto a preguntas como ¿cómo viven el orgullo LGBT+? ¿qué piensan de la heterosexualidad obligatoria? ¿desde la realidad femenina, qué es ser mujer dentro del colectivo LGBT+?


Fuentes consultadas

Rich, Adrienne. «Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana». DUODA: estudis de la diferència sexual, [en línia], 1996, Núm. 10, p. 15-48, https://www.raco.cat/index.php/DUODA/article/view/62008 [Consulta: 6-06-2021].

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